182. Separaciones de Grupos

domingo, 8 de febrero de 2009

- ¿Estás al tanto de que tu amigo Lucas es el idiota más grande del mundo, no? - me preguntó Martha, cuando me senté por un segundo en el Sector donde se celebraba la fiesta de Jessica.

- Lo sé - dije, y bebí un poco por medio de un sorbete de una bebida rosada que me pasaron en un vaso grande.

- Es que no puedo creer la ridiculez que está haciendo - se quejó Martha. - Está bien que Jessica será un asco de persona, pero realmente no se merece que su cumpleaños sea saboteado de esta manera.

- Totalmente de acuerdo - comenté. - Y generalmente no tendría problemas en ir a decirle que se está comportando de la peor manera posible, pero con el tema del velorio, realmente no tengo la cabeza como para analizar la falta de inteligencia de Lucas.

Lo cierto es que Ramiro, Felipe y Lucas me estaban bailando de la mano alrededor de mi cabeza y no sabía muy bien cómo ordenar las ideas. Así que decidí comenzar a eliminar los dardos y darle prioridad a las cosas que se merecen.

Primer blanco a eliminar: Felipe.

Respondí al estilo Sabina, con encanto y sutileza.

"La respuesta es no. Sobran los motivos."

- ¿Te das cuenta de que acabas de rechazar la oportunidad perfecta de vengarte? - me preguntó Pablo, al ver el mensaje.

- ¿Por qué?

- Porque si vas a sacarle una Cuenta de Ahorros a tu nombre, él no podría retirar su dinero a menos que autorices con tu firma - me comentó.

Volví a mandar un mensaje de inmediato a Felipe.

"Me siento culpable diciéndote que no. Está claro que te odio más que a nadie en el mundo y el planeta sería un mejor lugar si no existieras, pero si realmente necesitas mi ayuda, lo haré."

Genial. Ahora me encontraba como al principio.

Sentí que aquél lugar no era el sitio donde tenía que estar. La ecuación era simple. Cada mañana, y por más que no me sirva absolutamente para nada, al girar mi cabeza sé que Ramiro se encuentra allí y es mi cable a tierra con la humanidad, ahora era mi turno de que él girara su cabeza y también sepa que estaba yo.

Me disculpé de todos y fui hasta el velorio. Y en ese momento me di cuenta que el poder que podría tener sobre Felipe era algo que quería desde hace tiempo. Pero no así. No de esa forma donde tendría que recurrir al chantaje.

"Perdón por mi inestabilidad pero hoy fue un día largo. No es porque esté enojado, pero la respuesta vuelve a ser no."