183. El Equipo

domingo, 8 de febrero de 2009

El velorio se llevó a cabo al día siguiente, durante una mañana soleada que no dejaba rastros del lluvioso día anterior. Graciela había anunciado que no podría asistir porque tendría que cuidar de su hijo, mientras que Tadeo y yo nos limitamos a hacer acto de presencia e intentar mantener el perfil bajo. Ambos estábamos igual de afectados, como la mayoría de los presentes.

Al final, sólo me limité a abrazar a Ramiro en un momento que el destino cruzó nuestros caminos y lo puso a mi lado en una especie de procesión.

- Oliver - repitió, y me dedicó una sonrisa forzada.

Pero nada sería peor como el lunes a este día. Graciela y yo fuimos los encargados de descubrir que solamente tendría cuatro días de duelo, que corrían de modo ininterrumpido desde el que indique la Partida de Difunsión. Es decir, que si el sábado fue el trágico día en que ocurrió el fallecimiento, la licencia sólo lo cubría hasta el martes inclusive.

Miserables los que hicieron una regla así, pero ¿quiénes éramos para ir en contra de lo ya estipulado?

Afortunadamente, con Graciela se nos ocurrió la idea de conseguir un certificado para que pudiera ausentarse, y con el expreso visto bueno de gran parte de nuestros Superiores, que aún en contra de que estemos haciendo fraude, sepan que es por una buena acción, conseguimos que Ramiro logre ausentarse toda la semana sin que le dijeran nada.

Un gran trabajo para alguien del equipo. Y descubrí que juntos, estamos más unidos que nunca.

- Somos un equipo - le dije a Graciela. - Ustedes estuvieron conmigo el primer día que vine a trabajar aquí y crecieron conmigo en este lugar. Las cosas que hicimos, está bien, pueden llegar a costarnos tranquilamente nuestro empleo... y la licencia de un médico, pero Tadeo, Ramiro, tú y yo... somos un equipo. Estas cosas valen la pena.

- Claro que no me imagino a Tadeo haciendo estas cosas - concluyó Graciela, riéndose. - Posiblemente él sea el que nos meta en prisión.

- Entonces no le comentaremos de dónde salió el dinero que robaremos del banco la semana entrante - me reí.

Toda esa semana, fue algo insoportable todo lo que pasó. Cubrir el puesto de Ramiro e intentar seguir cubriendo el mío fue algo que terminó por cansarme de maneras impensadas. Pero por un equipo, ¿qué cosas no se puede soportar?