109. Los Eventos

sábado, 1 de noviembre de 2008

Los días siguienten pasaron una cadena de hechos que creo haber conseguido sobrevivir gracias a lo bien que había pasado en la casa de Felipe, más allá de la incómoda mirada de Fabricio y de los gritos cuando vi las fotos de Alfonzo.

Para empezar, Guillermina y Martha me comenzaron a mandar mensajes donde me amenazaban de muerte porque Pablo y Ana vieron fotos de ellas en donde no les gustaba cómo habían salido. A los cuales, les di la misma importancia que le doy a los intentos de Jessica por llenarme la cabeza contra Susana: ninguna.

Luego de eso, Lucas me pidió $1000 para poder comprarse su computadora, ya que ahora que decidió volver al trabajo pero como todavía no le pagaban, el amigo que le iba a vender dicho producto lo estaba apresurando ya que había recibido otra oferta que iba a aceptar. Finalmente accedí a dárselos porque estaba tan nervioso a la hora de pedírmelo, que por un segundo pensé que me iba a pedir prestado algún DVD mío. Por suerte, sólo era dinero.

Mientras tanto, en el trabajo las cosas se habían complicado de una manera extraordinaria porque pasé mal un dato al Gerente de la Empresa y caí en la cuenta que lo había hecho tres horas más tarde de haber salido.

Por suerte, al día siguiente mi jefe me dio las pautas sobre cómo solucionarlo y nadie se tuvo que enterar de ese error. Y ni siquiera tuve que comerme un reproche o un desplante acerca de que prestara más atención o alguna de esas cosas que los padres siempre le dicen a sus hijos.

- Tuviste una semana bastante activa - me dijo Ana, una vez que terminé mi catastrófico relato. - Yo lo único que hice fue quedarme embarazada.

- ¡Felicidades!

- ¡A ti también! - dijo, la muy graciosa.