129. Lo que no Debió Pasar

miércoles, 26 de noviembre de 2008

- Ahora me iré a un Congreso por tres días, así que para el fin de semana, seguramente ya estaré aquí y podremos hacer algo - nos anunció Pablo.

Después de tantas ideas y vueltas, con Pablo habíamos roto la tradición de decir que nos juntaríamos pero nunca más encontrarnos. Lo cual fue emocionante para ambos porque por algún motivo uno siempre cancelaba al otro.

Pero la emoción de ese reencuentro no solamente terminó allí, sino que también llegó Tobías a mi casa, por medio de una invitación de Pablo, y me encontraba totalmente feliz de ver, ya que es mi preferido de todo el grupo.

En medio de ese debate sobre cómo iban nuestras vidas, Tobías seguía quejándose acerca de lo desdichada que era su existencia.

- Quiero que este año termine - dijo, molesto. - Me pasó de todo y ninguna de las cosas fueron buenas.

- Yo ya te dije lo que pienso - respondí.

- Gracias por tu e-mail, por cierto - comentó, encogiéndose en hombros. - Y estaría muy agradecido si alguien me puede poner al día con lo que pasó entre Guillermina y Oliver. Porque seguro que la historia es más coherente que el "se enojó por unas fotos".

- Es que, Tobías... - intenté decir. - Ella... se enojó por unas fotos.

Tobías se río ante eso y una parte mía se preocupaba porque las cosas se hayan puesto contra Guillermina, ya que después de todo, yo no tenía nada en contra de ella. Ella era la que tenía un problema conmigo y, siendo honesto, la extrañaba. Y mientras Pablo hacía su descarga emotiva acerca de lo cansado que está que su novia Paola siempre se deje influenciar también por Jessica y Guillermina y las acusaba de ser unas personas que no tienen una vida social coherente que lo único que provocan son escándalos y disturbios entre las personas, ninguno de los dos se dio cuenta que Tobías estaba leyendo mi e-mail.

- Un momento - dijo, de repente. - ¿Qué tiene que ver Emilce en todo esto?

Pablo y yo nos intercambiamos una mirada de complicidad y miedo al ver lo que Tobías acababa de descubrir. Él ignoraba, hasta ese momento, toda la guerra interna provocada por el tema de Emilce y su no participación en nuestro viaje frustrado. Y, de todos los presentes, Pablo era el que más perjudicado iba a terminar, ya que tendría que reconocer que, públicamente, él fue uno de los conspiradores en contra de Emilce junto con Jessica, Guillermina y Lucas.

- ¿Alguno de los dos me piensa responder? - insistió. - ¿Por qué tuviste que pedirle disculpas a Guillermina por el tema de mi novia, Oliver? ¿Qué es lo que sucedió?