149. Recital

jueves, 25 de diciembre de 2008

El trabajo me estaba matando, por eso a pesar de que fui a ver a Julieta, me pasé la mayor parte del viaje durmiendo el tiempo que podía. Nos fuimos a ver un recital de una banda que, en determinado momento del espectáculo, pidió que subieran las personas a contar sus personas.

Julieta y yo sonreímos pensando en que tranquilamente podríamos estar horas allí arriba contando nuestras desgracias amorosas.

- Ha pasado un día en que Felipe y yo no nos hablamos - remarqué, cuando estábamos volviendo. - Es raro.

- Es lo que hacía falta - contestó. - Cortar la dependencia de ustedes.

- Es que antes me gustaba hablar con él - dije. - O no sé. Tal vez eran cosas que sólo a mí me parecían estar bien. De todos modos, ¿Julieta 2 no nos acompañará?

- Ella tiene sus propios problemas - dijo Julieta, llegando a su casa. - Mi vecina tiene de visita a su madre y a toda su familia que la llevó a una playa. Está loca, porque no soporta tener que vivir con eso, pero creo que aún así podrá manejarlo. La madre la domina demasiado y ella no se anima a reprocharle nada, tal vez por eso quiere que se vaya.

Esa noche nos volvimos a dormir temprano. Julieta estaba cansada por su sesión de sexo por la tarde, mientras que yo estaba muerto de sueño como era normal en mis fines de semana.

Al día siguiente regresé a la ciudad y me empeñé en volver a la aburrida rutina.

Un asco.