163. El Error de la Notebook

miércoles, 31 de diciembre de 2008

En un primer momento, era un día como cualquier otro en la oficina.

La mañana transcurrió con un calor impresionante, luego de que el día anterior se viera atacado por una tormenta que hizo que el agua ingresara por toda la habitación y tuviéramos que pasarnos la mañana colocando las cajas de archivos que adornaban el piso, tuvieron que ir a parar sobre los armarios.

De repente, los empleados encargados de la limpieza desaparecieron de la Empresa, por lo que mis jefes mismos estuvieron a cargo de limpiar el agua que marcaba manchas en el piso e iban peligrosamente hacia los cables que estaban sueltos y desparramados.

Una nueva camada de ingresantes había despertado todo el interés de los que estábamos hace seis meses, porque creíamos que serían nuestros reemplazantes.

Nuestros contratos estaban por terminarse y no había ninguna hipótesis sobre si seguiríamos perteneciendo al personal del lugar.

Nadie sabía nada, nadie respondía nada y los días estaban a poco de cumplirse.

Por ello, cuando todos los Gerentes del Estado decidieron reunirse en la sala de Directorio esa mañana, muchos fueron los que pensamos que aquello se utilizaría para hablar sobre nuestro futuro.

- Oliver, en un momento, a la hora que termine la reunión, vas a subir con la notebook para que puedas redactar el Acta Vinculante - me indicó. - Tú escribes rápido y quiero que estas 14 personas puedan firmar esto antes de que se vuelvan a repartir por todo el Estado y luego sea imposible ubicarlas.

Así fue que media hora antes del horario de salida, la reunión que se mantenía con todas las personalidades más importantes de la Empresa, dio por concluída la reunión y me citaron para redactar el Acta.

Contrariamente a lo que todos sospechaban, la reunión se trataba sobre los Ausentes que está teniendo la Empresa en estos días por un cambio de modalidad en los Convenios de Trabajo.

Terminando de redactar el Acta ante todo el mundo con una calidad impresionante y velocidad, mostrándome ante todo el mundo, me indican que imprima unas 10 copias, por lo que bajo hasta mi oficina y decido conectarla.

En ese momento específico fue que la pequeña computadora portatil decidió dejar de funcionar. A dos minutos de la hora de salida y con una cantidad importante de Gerentes de todo el Estado.

Genial. Sencillamente genial.