52. El Cartel Verde (2º Parte)

jueves, 18 de septiembre de 2008

Guillermina y yo habíamos conseguido un local bastante grande, en donde podíamos ver las estrellas y, a su vez, protegernos del frío dado que si bien gran parte carecía de techo, los murales que lo rodeaban eran bastantes altos.

A las seis de la tarde, Lucas y yo nos encontrábamos frente al local, esperando que Guillermina trajera la llave que nos permitiría abrir el candado.

La muchacha estaba retrasada.

- ¿Y él va a venir? - me preguntó Lucas.

- ¿Quién? - dije.

- La persona en la que más estás pensando - me sonrío. - Felipe. O como se llame. Estoy empezando a creer que es invento tuyo.

- Sinceramente, ya no sé ni qué es real en mi vida ni qué es inventado - respondí, cansinamente. - Si por mí fuera, estaría fascinado que estuviera acá. Me encantaría. Pero me pidió un tiempo para que me pueda hacer un lugar en su vida.

- ¿A qué te refieres?

- Es como tú y yo, Lucas - dije. - Cuando nos conocimos, yo me intentaba liberar de ti, pero nunca podía. Me tuve que acostumbrar a la fuerza y a moldear mi vida ya organizada que un imbécil quería pertenecer a ella también. Es casi la misma situación.

- La diferencia es que yo me acerqué a ti pero no tenía intenciones de tener sexo a largo plazo - me retrucó.

- Eso dices ahora - resoplé.

Pero aquél punto era cierto. Estaba repitiendo una historia, nada más que en lugar de ser el Oliver de siempre, esta vez me convertía en Lucas que invadía la vida de una persona solitaria con intenciones de exportarla al mundo. Así como me convertí en Juan a la hora de sacar a Lucas de mi existencia también, con tanta frialdad, como la que Juan tuvo conmigo en su tiempo.

Definitivamente, cada relación fuerte que tenía me convertía en la otra persona y un tercero que luego aparecía era quien recibía mi transformación.

Ni siquiera quise pensar en qué iba a terminar aquello.