80. Franco

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ignoré al muchacho no sin antes verlo de reojo un instante.

Encontré a uno de los amigos de Juan del curso en que el año pasado nos encontrábamos. Ni me acordaba el nombre.

- La mayoría se encuentra con presentaciones en el interior - me contó. - Por eso no pudieron venir a este cumpleaños. Por ejemplo, un show que Juan dirigió salió tercer lugar en un Encuentro y ahora esto le dio una fama bastante importante.

- Mira tú que bien - dije, feliz.

Había recibido la invitación para ir a ver aquél espectáculo, pero por cosas diversas, nunca pude ir. De todos modos, me alegro que Juan haya avanzado en su carrera como director y finalmente haya hecho algo productivo por su existencia.

- Tienes que aparecer algún día - me dijo el joven. - Se te extraña.

Sonreí sin prometer nada. Sabía que tal vez nunca cumpliría.

El muchacho se metió nuevamente por el pasillo y el joven rubio de ojos claros que me estuvo observando se acercó y se puso delante mío sin dejar de dedicarme una sonrisa.

Me sentí incómodo.

Lo miré.

No dijo nada.

- ¿Qué? - dije, asustado.

- ¿Eres Oliver?

- Sí.

- ¿Oliver Luk?

- Sí, ¿te conozco?

- Soy Franco - me dijo.

Entonces lo recordé. Franco era un muchacho que perteneció a mi existencia un tiempo, hace muchos atrás, y luego se había mudado de la ciudad. Ahora parecía estar de regreso, con un look totalmente contrario al que me tenía acostumbrado.

Sonreí por el reencuentro y lo abracé.

- Por Dios, estás muy distinto - dije, emocionado. - ¿Qué haces aquí?

- No me dejan pasar - me reconoció. - Mis amigos están dentro y no me dejan ingresar a mí porque no tengo tarjeta.

- Te haría entrar pero siendo el primo me dijeron que también necesitaba tarjeta, así que mi voto no cuenta demasiado aquí - le reconocí.

De todos modos la charla no duró demasiado. Los amigos de Franco salieron en ese momento para anunciarle que volverían más tarde, cuando tenga acceso a ese lugar.

Nos dedicamos un último saludo y nos despedimos.

Fue un buen reencuentro. Breve, pero dos veces bueno.