56. El Cartel Verde (6º Parte)

jueves, 18 de septiembre de 2008

"Eres una persona muy especial.
No cambies nunca.
Te queremos tal como eres.
Firma: GUILLERMINA."


Volvimos al salón con gasolina para la moto de Marcelo, mientras que Emilio había tomado todo el mando en lo que a cocinar se refería, desplazando por completo a Pablo, Lucas y a la misma Guillermina. Mientras, que a las únicas que permitía estar en ese sector era a Martha y a Susy porque se estaban encargando de las ensaladas.

Jessica, la novia de Emilio, no había mostrado aún señales de vida, pero tampoco nadie parecía preocuparse.

Guillermina se puso a hacer una encuesta acerca de qué es lo que les gustaría a cada uno tomar. Como siempre, era sólo otro intento fallido de la chica de intentar parecer democrática y que finalmente se termine haciendo sólo lo que ella quería.

Era una de las cosas que no me agradaban de festejar el cumpleaños con ella.

- Bien, Oliver - me dijo, acercándose. - Tú que eres el que no hizo nada en toda la tarde, acompáñame al supermercado a comprar.

Esta era otra.

Así que allí fuimos, quizá sin mucho tema de conversación, salvo el suspirar aliviados de que la pesadilla de planear un cumpleaños entre ambos había llegado a su fin.

- Vendrá Tobías con su novia - me comentó, con un dejo de rabia.

Casi nadie del grupo soportaba a la novia de Tobías. Tanto Lucas, Jessica, Pablo, Marcelo y hasta el mismo Emilio, hermano del joven en cuestión, tenían problemas con ella. Y no es porque tenga ese don de nadar a contracorrientes, pero a mí la muchacha me agradaba muchísimo. Era simpática, sociable y bella. ¿Por qué debería odiarla?

- Pero lo peor es que gracias a la novia de Tobías vendrá Ileana - me susurró.

La miré como esperando a que me contara la historia que hay detrás de su comentario, porque nunca había escuchado hablar sobre la muchacha en cuestión, por lo que debía de suponer que había un motivo oculto para que todos tengamos que odiarla.

Ni siquiera esperaba un motivo coherente, viniendo la información de quien viene, pero al menos esperaba uno.

No obtuve ni eso. Simplemente no nos caía bien.

Vaya a saber Dios por qué.

- Son personas que no se acuerdan de mí en todo el resto del año pero sí me recuerdan cuando hago alguna fiesta - me comentó Guillermina.

Tampoco servía de mucho aquél dato. Las personas que más se acuerdan de Guillermina son las que más ella tiende a odiar. Nunca se sabía cómo estar en gracia con la muchacha.

En el supermercado, no tuvimos que esperar demasiado gracias a que encontramos una fila con poca gente. Pero justo cuando estábamos por ser atendido, a la cajera se le dio por ponerse a hacer un balance del dinero que tenía y perdimos alrededor de 15 minutos.

Me imaginé que si alguna amiga se estaría embarazando en ese momento, con mucha suerte lograríamos asistir para el momento del parto.

Pero no podía afirmar nada.

Para sumar presión al asunto, Ana me mandó un mensaje informándome que se encontraba en el quincho y yo no, como si por mis propios medios no me podía dar cuenta.

1 Dichos:

Anónimo dijo...

Quien hace cosas en su cumpleaños? Eso es un crimen, no deberias haber ido.... que injusticia!!