78. La Llamada Perdida

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cuando la vida parece estar al tope de los conflictos que a uno se le genera, siempre hay espacio para otros más.

Tuve una llamada de Ana durante la siesta. No nos podíamos ver con la frecuencia de antes y practicamente toda la semana pasamos sin hablarnos. Ella ocupada con sus estudios y yo ocupado con mis horas extras y traumas que me generaba el ser rechazado por un hermoso jovencito.

- No sabes con quién hablé en estos días - me comentó emocionada. - Recibí una llamada inesperada de... ¡Juan!

¿Algo más tendrá el destino para jugarme una mala pasada?

- Que suerte - dije, lacónico.

- Pero fue algo muy gracioso - me contó. - Resulta que yo estaba medio dormida y me llaman por teléfono. Y como no tenía agendado el número, pensé que era un amigo mío. La cosa es que me estuvo invitando a ir a no sé qué lugar y yo estaba pidiéndole que me de un tiempo para bañarme, cambiarme, producirme e iba.

La historia se interrumpió un momento porque se comenzó a reír.

- Pero en eso me dijo "¿quién habla?" - continuó. - A lo que le digo quién era yo, y él me dice "mil disculpas, Ana, quería hablar con otra persona". A lo que quedó muy gracioso, porque yo también pensaba que era otro sujeto.

Me reí ante la risa de mi amiga pero no porque la historia de Juan me causara mucha gracia.

- ¿Nos vemos el lunes? - me preguntó.

- Afirmativo - dije, y corté la llamada.

Me preparé para ir al cumpleaños por el que toda mi familia estaba invadiendo mi casa.

Lo único bueno es que la empresa de Lucas era la encargada de hacer el servicio y por lo menos, en algunos momentos de la noche, podría escaparme con él.